(2/52) De los fines

Mariano V. Osnaya
4 min readFeb 1, 2023

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Le contaba a Andrea que hay libros que de pronto te atraviesan. Me ha pasado con pocos. Para decir algunos: El Calibán y la bruja, Homo Saccer I, Mimesis, Espectros de Marx, Vigilar y castigar, Dialéctica de la Ilustración, Mil mesetas y, más recientemente, Metafísicas caníbales y ¿Hay mundo por venir?, también de Viveiros de Castro con Déborah Danowski.

Tenía tiempo que no me despertaba pensando en un libro. Me desperté pensando en un índice para una tesis futura, que seguramente nunca escribiré, la cual intentar explicar la filosofía de Viveiros de Castro, el perspectivismo amerindio en relación a procesos ético-político-ecológicos bien específicos acontecidos en México. Pensar una ética a partir del posicionamiento cosmopolítico y perspectivista amerindio. Pero, a todas luces, leyendo de manera casi obsesiva ¿Hay mundo por venir?, parece un paso en falso el de intentar imaginar esa ética cosmopolítica o caósmica como diría Guattari. Se trataría, en cambio, de subsumir a la ética. Llevarla al terreno infra, infrascendente, de la antropofagia y el incesto, por ejemplo.

Después de doscientas páginas, lxs autores de ¿Hay mudo por venir? concluyen lo que ya sabíamos desde Mil mesetas: que de lo que se trata es de una política, una pragmática, minoritaria. Y también, como dice Andrea que ya ha dicho mucha banda (y aquello, que los que leemos primordialmente filosofía creemos encontrar el hilo negro o ese vuelo de la lechuza hegeliano donde la filosofía siempre llega tarde), que el fin del mundo ya ha acontecido tiempo atrás y que siempre ha habido fines del mundo o de los mundos. El ejemplo más claro de lo anterior es la colonización de América, o sea, el proceso acumulación originaria del capital, la quema de brujas, etc. De lo que se trataría es de aprender, nosotres modernos irredentos, de los pueblos, de las singularidades o terrícolas que, junto con Gaia (Stengers), han aprendido a vivir después del fin de su mundo. Y no sólo eso, que establecen una guerra continua (véase el guiño troskista) contra el mundo humano-moderno. Incivilizar el mundo.

Pensé que al leer este libro iba a poder hacer algo con él, pero no. Sólo me puso al corriente de las principales vanguardias que piensan el fin del tiempo, del espacio y del mundo. Escatología Sci-fi. La propuesta amerindia pone ese fin al principio. La multiplicidad de los seres humanos acabó cuando un grupo, un socius, decidió demasiado rápido por la muerte sin que, por lo demás, tuvieran un intercambio prometeico, el fuego por ejemplo. Las nuevas mitologías, porque acusan del régimen del significante, piensan desde ya el fin el tiempo y del espacio, condiciones de posibilidad para toda experiencia posible, como dijo Kant hace algunas centurias. Y en esto se establece el antropoceno: la agencia humana capaz de intervenir en el proceso de oscificación, que de no ser por este agente, le llevaría miles de millones de años a la Tierra, cuando el fin final sea ser tragada por el sol o, mucho antes, cuando sus lagos se sequen y se pierda el magnetismo del núcleo terrestre y etc. Como esa fantasía emancipatoria de la NASA cuando ve, en retrospectiva, que el planeta marte, cual isla desierta, es el indicio de posibles mundos donde la vida pueda estar sucediendo, en otra galaxia, en otro sistema solar.

Al final, todo buen libro que te atraviesa es una notable decepción, como ya sabía Proust. Los libros jamás tienen respuestas a nada y lo único que hacen es obligarnos a pensar. Pensamos, como decía Deleuze, porque algo nos violenta, no porque tengamos una especial vocación o amor por la sabiduría inocua y pura.

Va, de cualquier modo, mi índice para ese texto de divulgación Sci-fi que imaginé:

Indroducción (todas las dudas sobre el “arte de la cuestión” como dice el manual

  1. Empirismo trascendental (describir desde Kant y Deleuze qué mierda es ese oxímoron)
  2. Ilusiones dialécticas sin Hegel (pensar una lógica del empirismo trascendental sin caer en la solución dialéctica)
  3. El fin del espacio y del tiempo (revisitar los escándalos kantianos [la infinitud del mundo, del alma y dios)
  4. Agencia antropocéntrica como desbordamiento o derrame del paradigma kantiano.
  5. ¿Capitaloceno, antropoceno o Gaia? Stengers como personaje conceptual.
  6. La resiliencia: cosmopolítica hegemónica.
  7. Amerindios, indios, vagabundos y nahuales. Devenires estratégicos contra toda apropiación académica.
  8. Perspectivismo indo-parlamentario: la diplomacia dialógica y comunicativa. Un comentario al Falling Sky de Davi Kopenawa.
  9. La afinidad in extremis: devenires imperceptibles como expresiones infrascendentes.

Y por ahí ando pensando. Todo esto porque vi el epidosido de Last of us y luego de ver su recepción generalizada: 9 de 10. Pensar que no es más que un robinsonada, en los más añejos términos marxistas. Me hace creer que el paradigma del amor incondicional, sustituye armónicamente e irónicamente (de esto sabe Paul de Man) el último resabio de humanidad. el amor tendría que ser una guerra contra todo lo humano demasiado humano. Una alianza. Esto no impide que haya derramado un para de lágrimas al ver el ep de la serie de HBO, como sabe Andrea, antes de dormir.

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